viernes, 26 de septiembre de 2008

Valdés, en punto muerto


¿Ha caído en la autocomplacencia Víctor Valdés? Él que siempre fue un reflejo de exigencia y superación. ¿Es víctima del dolce fare niente en el extravío de Rijkaard y de la falta de competencia en la plantilla? Si usáramos como vara de medir los puntos que ha dado al equipo en los últimos tiempos, no es nada descabellado asegurar que sufre cierto estancamiento y algunos síntomas de retroceso. ¿Es hoy mejor Valdés que en París? en la temporada del doblete mostró su mejor cara: certero en el uno contra uno, felino bajo los palos y con rango en el sistema defensivo del equipo. Ni siquiera sus eventuales arrebatos -alguna salida en falso y errores clamorosos en la entrega con el pie- empañaron una campaña que tuvo como colofón una meritoria actuación ante un Henry efervescente. Una final que, además, le valió para quitarse el sambenito de que no aparecía en los grandes escenarios. Desde entonces Valdés va a la baja. No es una caída en picado -uno no recuerda tres actuaciones seguidas desconcertantes- pero sí que existe en el Camp Nou un run-run de desconfianza creciente. Sería muy injusto culparle de todos los males defensivos del equipo o poner en duda un nivel razonable para un equipo grande, pero a día de hoy cuesta recordarle partidos memorables en los dos últimos años. Es cierto que su juego es menos vistoso que el de Casillas (Valdés bloca más el balón más y los equipos contrarios llegan menos veces a su portería), pero visto lo visto cuesta imaginarle paradas imposibles; de esas que surgen del talento puro, del instinto que Iker posee para esto. Es cierto que Valdés ya no ofrece su versión más alocado tan a menudo, pero también lo es que no ha mejorado las paradas con los pies (sigue abusando de intentar atajar todos los balones con las manos) y su colocación sigue sin estar a la altura de los más grandes. Haría bien el Barça en buscarle competencia y agitar una carrera en punto muerto.

1 comentarios:

Enric Tomàs dijo...

Ciertamente, Valdés está un poco estancado. Parar puede parar igual que Casillas, pero Valdés cada año tiene unos tres errores clamorosos que el portero madridista no hace. Pienso, por ejemplo, en las cagadas ante Villa.