miércoles, 8 de abril de 2009

Guardiola le echa un pulso a la 'lógica Champions'


Guardiola se bebió un botellín de agua en 19 sorbos en la rueda de prensa de ayer. Es el gusanillo de la Champions. Lo tenemos todos los aficionados a esto. Y Pep está nervioso. En primer lugar porque esa es su naturaleza (cuando era cadete vomitaba de ansiedad antes de los partidos) y en segundo porque es el precio que debes pagar cuando la tuya es la propuesta más valiente de la competición.

Sólo por eso ya merece la admiración y el respeto de la familia futbolera. Otra cosa muy distinta es que la Champions respete licencias tan románticas como jugar con tres delanteros, dos medios de las características de Xavi e Iniesta y un extremo disfrazado de lateral. En una competición de detalles, el Barça se la juega a tumba abierta. A sabiendas de los sobresaltos que puede conllevar su atrevimiento en la competición más mezquina que existe.

"Atacaremos al Bayern desde el minuto uno", dice Pep. O sea como ante el Olympique de Lyón. Ocurre que los de Klinsmann acumulan en la media a cuatro hombres por tres del Barcelona. Van Bommel, Schweinsteiger, Borowski y Zé Roberto. Mucha movilidad, músculo y capacidad de desequilibrio. Y arriba Ribery y Luca Toni tendrán sus opciones. Más de una y probablemente en superioridad. Porque con este mediocampo el Barcelona carece de ayudas con el paso de los minutos y las situaciones frente a Valdés serán casi irreversibles.

En el mejor de los escenarios posibles, Guardiola fantasea con una primera mitad como la del Lyón. Con presión arriba, abrumando al rival con velocidad de balón y precisión arriba. Las opciones del Barcelona pasan por meter algún gol a las primeras de cambio y esperar el desplome de un Bayern con tendencia a la pájara. En ese contexto, la salida en la segunda mitad de futbolistas más físicos como Keita o Busquets puede ser clave. Este es el plan de Guardiola.

Al otro lado, Klinsmann sabe de los espacios que deja el Barcelona y eso con Ribery y sobre todo Luca Toni, es mucha ventaja. Es cierto que este Barcelona te puede meter tres goles en tiempo récord. Como también lo es que concede goles con una facilidad pasmosa. En ocasiones incluso indignas de un escaparate como la Champions. Rijkaard tardó en darse cuenta de que hacía falta tener un plan B para dominar esta competición. Necesitó pasar por la derrota más dolorosa que uno recuerda en los últimos tiempos. En Stamford Bridge. Ante Mourinho. Pese al gol más bello de Ronaldinho.

La temporada siguiente volvió al mismo escenario pero con Deco, Edmílson y Motta en la media. De momento, Guardiola no mueve un dedo y le echa un pulso a la lógica de la Champions. Klinsmann, mientras, no se achica y avisa: "Saldremos al ataque". Que empiece el espectáculo.

1 comentarios:

Pau dijo...

M.Robinson: Para pegarlos, primero hay que cojerlos

M.Robinson: El equipo que intenta hacer el juego del Barça... desciende!

Pau:(4-0) increíble!!!