miércoles, 11 de marzo de 2009

Desplome y abismo



Precedido por la pompa de los grandes envites europeos, en el mejor de los escaparates posibles, el Liverpool-Madrid no deparó el duelo previsto. Ajeno al legado del Madrid en Europa, los reds desplomaron a los chicos de Juande en una Real humillación. Fue un baño de película. El mejor anuncio posible para el Liverpool. En Anfield. Con los coros del "You'll Never Walk Alone" resonado, con sus mejores actores en estado de gracia. Con Torres enterrando viejos fantasmas y Gerrard tirando de repertorio. Con un Mascherano abusón. Con Xabi Alonso moviendo los hilos. Al otro lado, un Madrid arrollado por una manada. Sin el espíritu necesario para la exigencia máxima. Sin alma. Sin decir ni pío. Con su afición en trance elevada por la mística del estadio y aplaudiendo al rival.

Salió el Liverpool con la quinta. A ritmo Premier. Metiendo el miedo en el cuerpo a los de Benítez. Con mucho de Torres y bastante de Babel. Haciendo daño desde todas las posiciones. Ganando todas las guerras. Con Alonso filtrando el juego y Gerrard creando superioridad frente a Lass y Gago. Ausente Robben como de costumbre y sin noticas de Raúl, incluso Pepe perdía credibilidad a chorros. A día de hoy sólo Casillas resiste a la exigencia de la máxima competición. Lo volvió a demostrar con dos paradas antológicas al inicio del encuentro. Pero ni siquiera el duende del meta fue suficiente ante el monólogo local. Primero porque Torres marcó a puerta vacía tras un error de Pepe. Y minutos más tardes porque el colegiado se inventó un penalti de Heinze que Gerrard transformó. Nada casual, desde luego, sino la consequencia lógica de una violación futbolística en toda regla.

El Liverpool se gusta en la segunda mitad
Si en el descanso aún quedaba algún soñador, alguien capaz de creer que el Madrid se engancharía al encuentro a base de épica y esfuerzo, Gerrard enterró a un Madrid moribundo a las primeras de cambio. Así, sin avisar. Como gusta a los equipos ingleses en su casa. Con un puñal en los dientes. Con precisión quirúrgica. Tirando pases en largo, sin madurar la jugada. Con la crudeza necesaria para hundir incluso a Casillas, con méritos de héroe pero con la maleta llena de goles.

Sin aire ni ánimo, con la losa del 3-0, el Madrid se entregó a las embestidas del Liverpool. Dimitido del encuentro pese a los cambios de Juande. Con Marcelo, Van Der Vaart y Guti en el campo, pero sin novedades en el juego. Con los de Benítez gustándose y demostrando que se sienten como en casa en la Champions. La guinda para los locales la puso Dossena en la enésima oportunidad de un Liverpool que pese a ganar 4-0 tuvo una oportunidad histórica para haberse marcado una goleada irrepetible.

El Liverpool mostró sus credenciales para llevarse el galardón más preciado, el Madrid en cambio certifica su regresión en Europa y mira su futuro deprimido. Con una crisis institucional de aúpa y un equipo que necesita tijera y refuerzos para volver a ser grande en el campo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

*inglis voice ON*
Fer-nan-do towres, la-la la-la-la-la, la-la-la-laaaaa-laaaaaa
*inglis voice OFF*